Celebramos su existencia cada día, pero hoy más que nunca

¿Sabías que la paella registra 8 millones de búsquedas anuales en Internet? ¿Y que eso la convierte en el 4º plato más importante del planeta? ¿Y que nació en la región valenciana de la Albufera hace más de cinco siglos? ¿Y que su origen es humilde y muy arraigado al campo?

Con permiso de la tortilla de patata y del gazpacho, la paella es sin duda el plato más universal de la gastronomía española, el que más se conoce, del que más se habla y el que todos quieren probar. A quien más y a quien menos, un “guiri le ha soltado en algún momento de su vida el ya clásico “Oh, España, paella, olé”. Cayendo en el tópico, sí, pero con la palabra paella en la boca. Y es que es, sin duda, una auténtica joya gastronómica. Y muy nuestra, de la que podemos presumir con orgullo y de la que, sin embargo, algunos sabemos muy poco.

Por ejemplo, su origen. Aunque no está exento de polémica, como ocurre con infinidad de platos populares, la versión más apoyada sitúa la cuna del plato en Valencia. Concretamente, en las zonas rurales próximas de la Albufera, donde el cultivo del ingrediente estrella, el arroz, es una realidad desde hace siglos. Así, y aunque hoy día se consume en todo tipo de hogares, se trata de una comida de origen humilde y con sello de campo; los agricultores la preparaban lo que tenían a mano: pollo, arroz, judías verdes…

¿Sello de campo, pensarás? Pues sí. Aunque en muchas zonas geográficas de nuestro país asociamos la paella al mar, a comerla en la playa, nada más lejos de lo contrario. La auténtica paella valenciana solo es considerada auténtica como tal si lleva pollo, conejo, judía verde, garrofón, tomate, arroz, aceite de oliva, agua, azafrán y sal. Según la región, puede sumárseles también a la fiesta de sabor  el ajo, la alcachofa, el pimentón, o los caracoles y el romero. Todo lo demás (las gambas, los mejillones, la sepia...) se tilda de “arroz con cosas” o se la permite llamar “paella mixta”. Curioso, el cómo de distinta la concebimos según donde hayamos nacido. Es como con los juegos de cartas y el clásico “en mi casa se juega así”.

Pues lo mismo con la paella. Más allá de recetas e ingredientes, de disputas históricas en torno a qué es “la auténtica paella”, lo que no podemos poner en duda es que se trata de un plato universal que une a familias y amigos para su disfrute; un plato que supone casi siempre la excusa perfecta para reunirse a comer, ya sea en domingo o en jueves, día en el que no falta en los menús de casi cualquier bar español.

Y como ocurre con la mayoría de platos populares, no existe una receta única. Lo que sí existe es nuestro amor por ella, el que hoy celebramos con todos vosotros. ¡Feliz Día Mundial de la Paella!

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