¿Pescado blanco o pescado azul?

No importa el color, si no que esté en tu mesa

¿Pescado blanco o pescado azul? Es uno de los debates más recurridos en el campo de la alimentación, con posturas muy encarnizadas entre los defensores de uno y los del otro. Y aunque resulta interesante conocer la diferencia entre ambos tipos de pescado, los expertos en la materia lo tienen claro: lo más recomendable es incluir en la dieta tanto pescado blanco como pescado azul, a fines de llevar una alimentación rica y equilibrada.

 

En cuanto a la frecuencia con la que deberíamos comer pescado, la postura de los expertos en nutrición también está consensuada: entre 3 y 5 veces por semana, siendo al menos una de ellas pescado azul; la Organización Mundial de la Salud (OMS) respalda totalmente esta afirmación, cabe añadir.

 

Dicho esto, que no importa el color del pescado sino que esté en tu mesa, no queda que sea interesante conocer las características de uno y de otro. ¿Cuál es la principal diferencia? La proporción de contenido en lípidos o grasas que tienen el pescado depositado en su organismo; el pescado azul es más graso que el blanco. Dependiendo de cada variedad en concreto, las diferencias son más o menos significativas.

 

Merluza, bacalao, pescadilla, lenguado, rape… Son algunas de las especies que se enmarcan dentro de la familia de los pescados blancos, tradicionalmente considerados más adecuados para dietas blandas o de adelgazamiento y también indicados para niños y mayores, por ser este tipo de pescados fáciles de digerir y ofrecer el aporte proteico necesario para el correcto desarrollo de las funciones vitales.

 

Si hablamos de salmón, atún, sardinas o bonito, por ejemplo, hablamos de pescados azules, los cuales han estado siempre muy presentes en nuestras mesas, sobre todo porque son de temporada y porque solemos encontrarlos en los mercados a un precio bastante asequible. Y sí, el porcentaje en contenidos grasos de estos pescados es superior. Claro que, ¿es mala la grasa del pescado azul?

 

Al contrario, las grasas (o ácidos grasos esenciales) que nos aportan los pescados azules son fundamentales porque nuestro organismo no las produce por sí mismo, de ahí su importancia dentro de nuestra dieta. Hablamos de grasas poliinsaturadas, como el omega 3 o el omega 6, esenciales para nuestra salud.

 

¿Qué hay que tener en cuenta? Independientemente del color, sí hay que tener el cuenta que es importante que el pescado se haya cocinado a más de 65 grados de temperatura o haberse congelado previamente si lo vamos a ingerir crudo o semicrudo, ya que así eliminamos cualquier posible vestigio de infecciones parasitarias.

 

Recuerda que en Geland te ofrecemos una amplísima variedad de pescado, tanto blanco como azul, para que puedas servir a tus clientes platos saludables y de calidad.